Fuimos a La Caja los Andes, como mujeres del campo desconociamos la ciudad, es por ello que caminamos de la mano con las promotoras de ahorro de La Caja Los Andes y con las orientación de ellas, hemos aperturado nuestra cuentas y nos han entregado nuestras libretas de ahorro, para nosotras tener esta libreta es ser más de lo que fuimos, entonces al obtenerlas hemos elevado nuestra autoestima pero siempre había la duda de que nuestro dinero se pudiera perder, que el banco iba a desaparecer, siempre había esos comentarios, pero como mujeres luchadoras que somos nos arriesgamos, y dijimos “si perdemos perdemos los 100 soles, y podremos recuperarlo posteriormente”. Y poco a poco así hemos ahorrado cada mes, y como líder del grupo mi función era reunirlas cada fin de mes a las compañeras para recolectar el dinero, ellas depositaban según lo que tenían, no era obligatorio tener todo el dinero, pero nuestra cuenta ya estaba aperturada ahí y eso nos daba mucha tranquilidad.
Como recolectaba el dinero?
Tenia mi padrón de socias, entonces ahí tenia que anotar con una copia, luego me iba a la Caja los Andes de Puno, me acercaba a ventanilla y la señorita me atendía con la lista, con la libreta personal de cada ahorrista y su dinero era depositado.